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Una de concursos

Sigo con los post televisivos. A finales del año pasado, y como resultado de combinar parón laboral y demasiada tele, me convertí en una adicta a un concurso. Tanto, que el día en que se les ocurrió recordar el teléfomo para participar, no sólo lo anoté, sino que llamé.

Un par de meses más tarde (y cuando ya ni recordaba lo que había hecho y por supuesto, no se lo había contado a nadie), me llamaron para saber si estaba interesada en hacer un casting para el programa. "¡Dios! ¿Un casting?- pensé. ¿Tanta gente se presenta como para tener que seleccionar vía casting?. Y lo peor- volví a pensar ¿tan aburrida me sentía que iba a seguir adelante con aquello". Pues sí. Ya os dije en un post anterior, que me cuesta decir que no y las experiencias nuevas son como un imán para mí. Aunque a veces creo que debería ser un poco más selectiva porque si os cuento..., En fin, que el caso es que las pruebas se realizaban cerca de casa me animé y dije que sí, sin saber dónde me metía.

La mañana en cuestión me presenté en la hora convenida en el lugar señalado, pensando que la cosa sería rapidita. Pues no. Casi dos horas, entre cuestionario y prueba de cámara. Lo segundo me dió un poco igual, porque siempre quedo fatal en la fotos, así que no tenía dudas de que esa prueba no la pasaría y que si me cogían sería más bien una cuestión de fe. Pero el cuestionario (de una culturilla general muy sui generis) era imposible que no lo pasara. Mi espíritu competitivo hizo acto de presencia en cuanto me senté en la silla, junto a mis 19 contrincantes de turno a batir, y qué puedo decir. Mi experiencia como empollona hizo el resto.

Unos meses más tarde, me volvieron a llamar para grabarlo y claro, como me encanta eso de que me pinten y maquillen pues allí que me fui a pasar la tarde. No gané el concurso pero me llevé un dinerillo que pienso invertir en mis vacaciones. Y hasta ahí la experiencia. No me vió demasiada gente, los amigos que sí lo hicieron fueron benévolos conmigo, me reí un rato, conocí a gente ¿interesante? y no tuve que maquillarme durante tres días, porque la capa era más consistente que la pintura de puertas. Y después de eso el olvido.

Y así hasta esta tarde en que he recibido una llamada de la productora para participar... en otro concurso!!! Me ha dicho que puedo ir las veces que quiera (hasta que gane algo, claro, supongo), asi que deduzco que hay gente que se pasa la vida, de concurso en concurso y tiro porque me toca. Yo no soy de esas, pero por si acaso, lo consultaré con la cartilla de ahorros, perdón, quiero decir la almohada.