Post-verbena "dirtydancera"
Hay quien se recupera de las resacas con remedios de la abuela, durmiendo la "mona" hasta bien entrado el día siguiente o implorando directamente a los dioses del Olimpo para que desaparezca el terrible dolor de cabeza.
Pues bien, en lo que a la de San Juan se refiere, yo he optado por un clásico. Me explico: quiero decir que me he recuperado de la celebración de ayer noche viendo "Dirty Dancing". ¿Cómo que no es un clásico? Qué poco sabéis de cine, por favor!!!
¿Cuántas veces la debo haber visto desde aquella primera vez en un cine de mi Sta. Coloma natal (sí, soy de Sta. Coloma, qué pasa), acompañada de mi mejor amiga de entonces? Recuerdo que al poco tiempo, mis padres se compraron el primer vídeo y no había semana que no la cogiera para volver a disfrutar de aquella música tan sensual e intentar imitar aquellos desaforados movimientos pélvicos.
A veces, incluso detenía la peli en un primer plano de Johnny y le sacaba fotos. (Sí, era más fácil comprar un poster, pero aquello me parecía más íntimo y romántico).
Qué quéreis que os diga. Tenía 16 primaveras y todas las hormonas revolucionadas, lo que en lenguaje coloquial quiere decir que sólo pensaba en una cosa: sexo, sexo y de postre, sexo. Lo malo es que mi cuerpo de entonces no estaba hecho para ayudarme a conquistar a Johnny. Es decir, que padecía un evidente exceso de peso, granos y timidez. Y pensaba que así sería para siempre, por mucho que mi madre intentara convencerme de lo contrario recordándome, cada dos por tres, el cuento del patito feo .
En resumen, que la combinación de acné y deseo frustrado hicieron que odiara a"Babe" hasta la saciedad. (Ojo, que me refiero a la prota de la peli y no al cerdito valiente. Se llamaba Frances y era la niña bien que enamora a Johnny -en mi lugar- con principios y buen hacer y, de paso, con un cuerpazo).
Por suerte, y aunque suponga contradecir las palabras del bolero insigne, veinte años sí son mucho, y ahora mis piernas me parecen a la altura de las de la mismísima Marilyn. Por no hablar de mi cutis...
En fin, que de aquella época ya no queda ni el cine, ni la amiga, ni el video, ni el video club, ni la cámara de fotos, ni la casa en la que vivía, ni los granos, ni el exceso de peso. Todo ha desaparecido menos Johnny, que siempre vuelve a hacerme babear ante su desatado contoneo de caderas y cantar feliz:
I have the time of my liveeeeee
No, I never felt like this before
Yes I swear, It's the truth,
And I owe it all to youuuuuuuuuuuu...
24 junio 2007
La imagen aparece en blogs.guardian.co.uk/film
Publicado por Carmen Salas en 5:52 p. m.
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4 comentarios:
Eso, eso... hay que mejorar con el tiempo como los buenos vinos. Je je. Por cierto, no funcionan los links de tu página a Luciérnago ni a Volando en circulos :-(
PD Y esperamos libroooo ;-)
Sobre el tema links, pues que hago algo mal, eso seguro. Estoy en vías de averiguar el qué.
Sobre el tema libro, que te lo mando al periódico, vale?
Oye que bien que tus piernas no tengan envidia a las de Marilyn... Yo también he cambiado mucho y una de las cosas que hago ahora y antes no hacía es.......
Bailar bachata pegadita estilo dirty dancing jajajaja. Los sueños se cumplen chata!
Un beso.
Pues yo que me alegro por tí, Ana. Lo de bailar arrimao es una gozada si tienes un buen partenaire...
Un beso de vuelta
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