El perfume
Soy consciente de ser posiblemente una de las pocas personas que no pudieron acabar de leer el libro. Y no pude porque estaba tan bien escrito que el protagonista me resultaba insoportable. Mis ojos se negaban a conocer más detalles de la vida de este personaje tan oscuro, tan repulsivo. De eso hace ya unos 20 años y no había vuelto a pensar en ello hasta que ví que alguien había tenido la gran idea de llevar la novela al cine.
No pensaba ir a verla, porque descubrirla fue como revivir aquellas desagradables sensaciones, pero supongo que, como en otras ocasiones, la curiosidad pudo más qu el asco.
El caso es que me volvió a suceder. A media película ya quería marcharme. Supongo que debo felicitar al director/a de casting, porque el actor que interpreta a Jean-Baptiste Grenouille resulta tan repulsivo como el de papel. Salí con una sensación tan desagradable, con tan mal cuerpo..., como con el que se quedaban las pobres chicas que caían en manos de este asesino.
Y me acordé de un conocido que me explicó que en una ocasión y por razones que ahora no recuerdo, perdió durante unas semanas el olfato. Recuerdo la angustia en sus palabras, lo mal que comentaba que lo pasó. El olor idenifica a las personas tanto como la voz, aunque pase más desapercibido.